La revolución industrial reforzó y expandió la esfera de las cosas, pero nos alejó de la naturaleza y de
la artesanía.
Nuestra propuesta consiste en, sin oponerse a la era de la información, buscar aquellas cosas que nos
haga recuperar identidad, que manejemos no con el dedo, sino con las manos y nos comuniquemos y actuemos
con ellas. Que no sean cosas de usar y tirar.
Creemos que las cosas artesanas son las que mejor nos van a ayudar a conseguir el objetivo de
estabilizar nuestras vidas porque suelen venir de productos de la naturaleza y han sido hechas con las
manos.
Prestamos también atención a cosas y productos que, aún no siendo propiamente artesanía, superan con
dignidad el paso del tiempo porque son arte y porque nos enseñan que es posible estabilizar la vida con
otras políticas de tiempo y en definitiva, de valores.